Fallece Tom J.L. Alexander (1930-2008)
Aquellos que le hemos conocido personalmente y que nos hemos vistos influenciados por sus conocimientos y experiencias nunca le olvidaremos. Con la muerte de Tom se va una persona que consiguió encontrar a través del trabajo bien hecho la satisfacción hasta el último de sus días, sin que ello supusiera renunciar a su vida familiar, aficiones o amigos.
Es justo decir que Tom fue uno de esos pioneros que cambiaron la producción porcina de supervivencia, la que se realizaba en los corrales de las casas, a la producción porcina moderna de alta sanidad, tal y como la conocemos en nuestros días. Su carácter entusiasta, curioso, paciente y sus conocimientos teóricos unidos a su practicidad para llevarlos a la realidad, le llevaron al éxito en las diversas facetas en las que trabajó: en la microbiología y enseñanza, la práctica veterinaria y la asesoría a las principales empresas del sector. Tom deja tras de sí un gran entramado de personas: alumnos, colegas, amigos y algunos simplemente admiradores que habiéndolo conocido, trabajado y disfrutado con él llevarán en el futuro a la industria porcina su impronta, sus líneas maestras, en definitiva su sello.
Nació en Cardiff un 7 de Octubre de 1930 y se graduó como veterinario en el Royal Veterinary College en 1954. Su primer trabajo fue en una clínica veterinaria especializada en caballos de carreras en Lambourn donde aprendió y cultivó su pasión por las carreras. Un año más tarde, se traslada a una clínica veterinaria de St. Columb Major donde se trabajaba con todas las especies. Durante estos años disfruta ejerciendo de veterinario pero también jugando al Rugby (otra de sus pasiones) la cual mantuvo hasta el final junto a su esposa Leonor. Los porteros del estadio de Rugby de la Universidad de Cambridge lo echarán de menos.
Se trasladó a la Facultad de Veterinaria de Ontario en 1957 y es allí donde realmente empieza su carrera. Tras un breve comienzo como especialista en équidos, se le ofrece una posición de investigador para investigar una nueva enfermedad que afectaba al porcino: “·Vomiting and Wasting disease”. Termina su post-grado (MVSc) en 1960 y consigue una plaza en la universidad de Gelph, pero lo convencen para volver al Reino Unido, concretamente a la Facultad de Veterinaria de Cambridge, donde realiza su doctorado estudiando la flora intestinal de cerdos y ovejas. Con su doctorado en mano vuelve temporalmente a la Facultad de Gelph, pero pronto retornará a la cátedra de Microbiología Veterinaria en Cambrige donde permanecerá los siguientes 32 años, de los cuales, los últimos 8 fue el Decano de la Facultad. Durante estos años, y concretamente en 1971 consigue aislar el agente etiológico de la disentería porcina, B.hyodysenteriae desconocido hasta entonces, y es también durante su estancia en la universidad cuando lleva a cabo todos los trabajos sobre S.suis. Las publicaciones que generan sendas investigaciones le llevan a ser conocido mundialmente.
Durante su estancia en la universidad colabora con una pequeña compañía local de genética porcina, situada en la zona de Oxford, su nombre: Pig Improvement Company (PIC) fundada en 1960. Sus ideas en sanidad y bioseguridad serán cruciales para el desarrollo de la empresa y su expansión mundial. Su trabajo con PIC le llevó por todo el mundo y le ayudo a mantener un equilibrio difícil de alcanzar, entre el mundo teórico de la universidad y el práctico de la empresa. PIC no fue la única empresa a la que asesoró, entre las más curiosas se encuentra también Inmutran, una empresa dedicada a los xenotrasplantes y donde la contribución de Tom ayudo a optimizar la sanidad de las granjas con las que trabajaba.
Fue fundador de la Pig Veterinary Society (miembro Honorífico desde 2006) y colaboró con la puesta en marcha de la IPVS siendo coordinador en su primer congreso en 1969. Sólo se perdió uno de los 20 congresos que en la historia de la IPVS se han llevado a cabo y fue precisamente éste último de Durbam (Junio 2008). Irónicamente fue en este congreso donde Tom fue elegido miembro honorífico de la sociedad.
Mucha gente no le conoció ni por su trabajo en la universidad, ni por su colaboración con empresas, sino por su contribución a un gran libro: “Pig Health and Producción” (también conocido por el libro de las tapas verdes) que escribe junto a otro de los grandes de la industria porcina moderna su amigo Mike Muirhead.
En los últimos años el Tom retirado de la Universidad se centró en su familia y sus numerosas aficiones: los caballos, la pintura., el rugby, el críquet, los viajes, etc. Pero entre todo ello, todavía tuvo tiempo para seguir aconsejando y aportando sus conocimientos y experiencias a la industria porcina.
Uno de sus últimos deseos para el día de su funeral resume su modo de ser: “No me mandéis flores, si queréis gastar algún dinero donadlo a la Fundación para los Jockeys lesionados y Ayuda a los mayores”.
Nuestro cariño es ahora para su esposa Leonor y sus hijos Jan y Nicholas.